
Mi ausencia como una sierpe anida en los silencios de tus noches,
no hay tregua agreste que calme el furor tenas de mi desprecio,
ciega a tus pupilas el llanto cuando contemplas alguna fotografía,
al ofrecer tu ansia y sed pagana sobre la sabana de alguna cama
que por vocación vas ofrendando a tu cuerpo en savias y en sangres.
te retuercen en tus entrañas desahuciadas las envidias de tu vida,
las que habitan en tu endeble cuerpo estremecido por mi ausencia,
al infierno de tu vida ansias de alguna noche en tu fiel holocausto,
que a destiempo vives de cordero, aparezca ante tu mirada, tu RÁ.

No hay comentarios:
Publicar un comentario