Lo recuerdas? Sin pestañar mirándome tus ojos, tu mirada en llamas con la voz de tu cuerpo derretido, deletreando las palabras, tómame, caminaste hasta ese mi sofá quedando en esa divina postura perruna descaradamente mirabas mi entrepierna y tus manos en mi abdomen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario