sábado, 12 de febrero de 2011

TE GUSTO?



Vas clamando su nombre llena de ansiedad y deseo entre tus labios,
como deseando volver a sus brazos y poder perderte en su boca.
Tu voz casi quebrada en un deseo que gime como lamento de fuego,
buscándolo en las huellas de tus carnes incendiadas por tu cuerpo.
Quieres su cuerpo dentro de tu cuerpo, quieres su carne que inflame,
quieres encontrarte por la mañana sudorosa, exhausta, adolorida,
frágil en una noche de impuro sexo, entregando tu aliento tu encanto.
Es por eso que no agrada el continuo contacto con el pasado.

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