jueves, 31 de marzo de 2011

A LA MEMORIA

De mis dedos las yemas recorriendo el sendero de tu cintura hasta tus pechos dejándole a la memoria de tu vibrante cuerpo la excitación propia del mío mi lengua no deja sin acariciar ni un poro, ni un pliegue añadido por los años hacia tu cuello mi pulgar señala los caminos a; mi lengua, a mis dientes a tu oído.

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