
La luna al esconderse cautelosa
Da paso a una noche oscura y silenciosa
Pasan lentas las horas y estando en vela
Sueltas en tu pecho la rienda con furor.
Mi amor, que a tu pecho incesantemente agita
Es dulce, innecesariamente fustigado con ardor
Ah! De mi dardo fiero, quien consigue la victoria
Recuerda cuando las sabanas ardían en tu calor.

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