
El deseo por sentir en mí tu cuerpo
Acrecentado por las horas de ausencia
Me hizo construir algo más que el titanic
Para cimentar una relación creía anhelabas
A la entrega de nuestros cuerpos ardientes
Y escuchar que tu cariño hacia mí crecía
Te invite a navegar el océano de la vida
Y fueras de mi embarcación contramaestre
Bastaron solo menos días de los que el mes tiene
Para sentirte en la tempestad naufragar y a la deriva
Confundida, tomabas según tú tablas, una tras otra
Intentando por otras voces, no sucumbir ante el oleaje.
Desde el puesto de mando de mí construcción
Lo que tú escuchabas eran para ti la salvación.
Observaba que simplemente todas eran ramas
Y por tener, tantas asidas, figuras una Ramera

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