Volverán esas noches de agonía?
Ansias ardientes de llevarte conmigo a un lugar escondido,
dónde estemos solos tú y yo en nuestro nido.
Ganas de llevarte a donde nadie nos mire dónde no haya un testigo
que presencie la entrega de nuestro idilio.
...Deseos de saciarme ésta sed de tus besos
y en tus brazos apagar esta llama de amor que me calcina.
Ansias de llevarte a un lugar dónde seas solamente mía,
un ligar ausente y lejano dónde nadie nos juzgue
El deseo de embriagarme con tus besos,
y hartarme de tus caricias como si fuera nuestra última entrega.
Ganas de alzar la voz y decir sin un temor,
lo que juntos iniciamos en una tarde de amor,
Ganas de llenarme del aroma de tu piel,
para llevarlo en mi olfato, y aspirarlo una y otra vez.
Inmensos deseos de volver a ver en tu cuerpo mis manos inquietas
al que de amor me hizo en mi invierno renacer.
Sed de tus besos que mitigan la sequedad en todo mi ser,
porque tú eres la única a la que amo con todo mi ser.
Al mirarte, desnudo tu grácil figura encubiertas en las líneas, tu cuerpo se queda frente a mí sin vestidura con deseo en mis brazos te arropo. Tu gemido en envoltura transformado ciñéndose a mi cuerpo nos avasalla el deseo convirtiendo el balbuceo en grito apasionado a la voz interna en el instante que te poseo 
Incapaces son ya tus pechos deliciosos de dar jugos Con vehemencia me dedico a disfrutarlos con placer Capaz no es tu plano vientre ya de concebir, Da y toma en el tálamo de la pasión, ardientes jugos. El tiempo predecible son las marcas en tu bello cuerpo Dador de amor, felicidad, sabores y ardientes placeres Aleteando miles de mariposillas en tu vientre interior Busca en lechos, artífice que te hagan vibrar como yo.
Tus pezones de mi boca prisioneros saboreo su sabor en mi garganta guida mi mirada a la humedad de tu sexo, deseo tu sabor más intenso Ahora soy yo quien hace a tu cuerpo a tu vientre de mis dientes presa mis manos a tus muslos van abriendo, mi lengua saborea como poseso. 
De mis dedos las yemas recorriendo el sendero de tu cintura hasta tus pechos dejándole a la memoria de tu vibrante cuerpo la excitación propia del mío mi lengua no deja sin acariciar ni un poro, ni un pliegue añadido por los años hacia tu cuello mi pulgar señala los caminos a; mi lengua, a mis dientes a tu oído. 
Al llenar de mi fluidez tu boca hasta tu ahogo, aprietas, tiras y me arañas en la habitación todo se escucha entrecortado parece nos faltara el aire, las caricias de tus manos dibujando, como si estado ahí nunca lo hubiere, con tus yemas, labios en mis labios, el sabor de mi sexo en tus entrañas. La piel de mi cuerpo, de mi rostro de mi sexo es braille para tus manos suben y bajan, caminan lentamente para morder tus dientes mi piel mi boca resbala a la tuya, me muerdes te muerdo quietos quedamos, esta caricia solo termina en nuestros dos sexos intensos y excitados. 
