Mirando esta foto no podrás evitar el recuerdo de la sesión
donde al azotar tu cuerpo duramente y el dolor te recorría
todo tu cuerpo atormentado por castigo subía de excitación
manteniéndote así por tiempo indefinido sabía que lloraría.
Cada vez en los castigos, con voluntad como férrea disciplina
te acercaba a tu anhelo más deseado de esta vida; SER MÍA.
Besas mi mano por agradecer en cada azote, en cada angustia,
te encamino a ser lo que siempre has soñado para mí, canina.

No hay comentarios:
Publicar un comentario